Actualidad y experiencias

Joan Albà i família

¡GRACIAS!

Joan Albà está agradecido de poder abrir los ojos cada día y vivir junto a su mujer y sus hijas y ¡vivir el día a día!

Gracias al pediatra que me trajo al mundo, ya que fue él quien dijo: “Este niño tiene un problema en el corazón”.

Gracias a mis padres que me dieron esta vida para poder vivirla e hicieron caso al pediatra. Ellos buscaron un cardiólogo que me diagnosticó una Miocardiopatía Hipertrófica. Fue él quien explicó a mis padres cómo y de qué manera debía vivir la vida: ir con cuidado con los esfuerzos, no practicar deporte competitivo…

Gracias a Mireia, esa chica a quien, cuando tenía 16 años, expliqué que tenía un problema en el corazón i que hoy es mi mujer y la madre de mis hijas. ¡ya hace 29 años que estamos juntos!

Gracias a mi cardiólogo de toda la vida que sabe en todo momento cómo está mi corazón o, mejor dicho, cómo estaba; ya lo entenderéis más adelante.

Gracias a mis hijas. A Júlia, a quien la genética ha jugado una mala pasada y ha heredado la Miocardiopatía Hipertrófica. Ella ya es portadora de DAI (desfibrilador implantado). Al saber que Júlia había heredado la Miocardiopatía nos derivaron, como a familia, a hacer el estudio genético en el Hospital Clínico. Descubrimos entonces que mi hija mayor, Mireia, también tenía el GEN pero que no lo ha desarrollado.

Gracias a la sanidad pública, los hospitales y al SEM que siempre han vuelto a darme la vida. ¿Por qué? Pues porque me han salvado de 8 fibrilaciones auriculares, algunos infartos…

Gracias al equipo del Hospital Clínic que decidieron colocarme un DAI que me ha salvado de dos muertes súbitas en los últimos dos años.

Gracias por ponerme en lista para trasplante. He estado dos años y cinco días esperando la llamada en la que tenían que decir: “¡Ven, tenemos un posible corazón para ti!”.

Gracias a todo el equipo médico del Hospital Clínico por el trasplante y cuidarme tanto y tan bien. ¡Todo lo que hace no tiene precio!

Gracias a la familia que ha donado este corazón para que yo pueda seguir viviendo, viviendo una vida que no conocía, una nueva vida en la cual no hay miedo a morir, en la cual poder hacer caminatas cada día es un placer.

Gracias por poder abrir los ojos cada día y vivir al lado de mi mujer y mis hijas el día a día

Gracias

 

Joan Albà

 

Y tú, ¿tienes ganas de contarnos tu historia?

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